viernes, 23 de noviembre de 2007

Inocentadas en los medios de comunicación de Don Benito (II)

Inocentadas en los medios de comunicación de Don Benito (II).

En esta revista de la Feria de septiembre 07 de Don Benito me dispongo a escribir en clave de humor una segunda entrega sobre las inocentadas en los medios de comunicación de Don Benito.
Durante algunos años los medios de comunicación de Don Benito han sido el escenario propicio para dar cabida a algunas inocentadas que se me ocurrieron allá por los 28 de diciembre: en unas ocasiones las hice por encargo y en otras surgieron de manera espontánea (y siempre sin acritud ni interés económico). Naturalmente que no salían con mi nombre, sino con seudónimo o firmadas por la redacción del medio de comunicación.
En esta ocasión voy a transcribir una inocentada que impactó especialmente cuando la publiqué en las Navidades de 2001 en el Semanario Vegas Altas y La Serena. Se titulaba “Eurízate: un/a ciudadano/a, un euro”, un impuesto euromancomunado, un nuevo gravamen para los dombenitenses y villanovenses a partir del 1 de enero de 2002.

“EURÍZATE: un/a ciudadano/a, un euro.”
El impuesto euromancomunado, un nuevo gravamen para los dombenitenses y villanovenses a partir del 1 de enero de 2002.
La voracidad impositiva de los gobiernos no tiene límites. Según fuentes de toda solvencia informativa los gobiernos municipales de Don Benito y Villanueva de la Serena “obsequiarán” a sus paisanos (en este caso contribuyentes) con un nuevo impuesto que consistirá en que cada persona inscrita en el padrón municipal de estos dos municipios pague a la Mancomunidad 1 euro mensual. Esta estrategia, de evidente talante crematístico, reportará a la Mancomunidad una cifra aproximada de 50000 € mensuales (83.193.000 pesetas). En total se recaudarían al año 600000 € (998.316.000 pesetas), cantidad que propiciaría la unión total de estas dos ciudades hermanas, amén de otras actuaciones encaminadas a la actualización y modernización de nuestra comarca, olvidada por la Junta de Extremadura en opinión de los inventores de esta innovadora idea.
Todo parece indicar que el 11 de septiembre de 2001 se derrumbaron no sólo las Torres Gemelas de Nueva York sino también algunos postulados largamente luchados durante el siglo XX. Mucho nos tememos que palabras espurias como seguridad o súbditos cobrarán preeminencia en este siglo sobre otros vocablos más eufónicos como libertad o ciudadanos. El terror suscitado este infausto día en toda la aldea global por mor de la actuación apocalíptica de unos pilotos suicidas ha posibilitado una reflexión a escala mundial; las conquistas sociales van a mermarse considerablemente en bien de otros valores más pragmáticos. En este contexto cabe situar la plasmación de unas medidas llevadas a cabo por distintos gobiernos para erradicar el terrorismo y, de paso, conducirnos a sociedades huidizas e insolidarias caracterizadas por elevar a los altares la máxima de la obediencia indeclinable al imperativo legal, soslayando derechos individuales de obligado cumplimiento por parte de cualquier organización medianamente articulada. En definitiva vamos a pasar de la más meliflua utopía a la más cruda y represiva realidad; todos pagaremos un elevado peaje al priorizarse el Estado sobre los individuos.
Obviamente los símbolos neoyorquinos abatidos por los iluminados hooligans de Bin Laden distan mucho de Don Benito y Villanueva. Sin embargo las cenizas de aquellos edificios calcinados pueden originar polución convivencial en nuestra zona. Un ejemplo de esto podría ser, tal como informamos ut supra, la alevosa puesta en práctica a partir del 1 de enero de 2002 del nuevo impuesto acuñado por ambos Ayuntamientos: el euromancomunado. Algún ciudadano, entre la sorna y la irritación, le ha bautizado como el Don euromancomunado o el Don eurosereno.
Resulta de todo punto improcedente que nuestros rectores municipales, aprovechando los malos efluvios del fatídico 11 de septiembre y el despiste generalizado por la implantación de la nueva moneda europea, traten de colarnos un nuevo impuesto que, cimentado únicamente en su afán tributario, atenta gravemente contra nuestras economías domésticas toda vez que se duda de que los muchos millones recaudados sirvan para ofrecer más y mejores servicios para la Mancomunidad Don Benito-Villanueva.
Se entiende que la gestión municipal armonice los derechos y deberes de los vecinos con la obligación de éstos para con la Hacienda pública; se entiende que paguemos religiosamente las tasas por los servicios prestados por el ayuntamiento, podemos entender el pago de los impuestos (algunos de ellos de evidente perfil recaudatorio), incluso haremos un esfuerzo por entender los llamados precios públicos; lo que no se entiende es el nuevo gravamen con el que se nos castiga a los que vivimos en estas ciudades.
Al amparo de todo lo dicho anteriormente podemos formularnos una serie de preguntas: ¿en qué programa electoral figura tal dislate? ¿cómo va a pagar un recién nacido igual que un adulto? ¿no se está cayendo en un claro agravio comparativo con las demás poblaciones españolas que no “gozan” de este privilegio impositivo? ¿cuándo y dónde van a hacer efectiva la aprobación del nuevo impuesto? ¿no se está perjudicando a las familias numerosas? ¿los ejecutivos nacional y autonómico no tienen nada que decir al respecto? y finalmente ¿la ciudadanía va a permanecer domesticada ante tamaña provocación?
Los alcaldes de Don Benito y Villanueva convocaron ayer a los medios de comunicación para trasladarles la noticia. Con unas argumentaciones entre lo social y lo esperpéntico delinearon la que será la campaña de promoción del “EURÍZATE: un/a ciudadano/a, un euro”, una idea, en palabras textuales del primer edil dombenitense, que “será ampliamente seguida por otros municipios españoles al constituir una forma innovadora de gobernar la mancomunidad; apostamos decididamente por desarrollar la enorme potencialidad de nuestros convecinos; con el nuevo impuesto vertebraremos definitivamente el progreso de Don Benito y Villanueva”. El alcalde villanovense reafirmaba el aserto del mandatario calabazón al concluir que “servicios largamente anhelados por nuestras poblaciones serán realidad cercana: universidad, equipo de fútbol en primera división nacional, actualización informática, infraestructuras mejoradas y muchas otras demandas de los pobladores de estas tierras”.
El coste político de esta arriesgada operación es impredecible. Tanto en Villanueva como en Don Benito los líderes de la oposición consultados han mostrado su más enérgica protesta ante lo que consideran un insólito atropello institucional que además se ha visto agravado por el secretismo de esta acción contra los intereses generales de estas poblaciones, ya que hasta ahora no había trascendido ningún comentario en torno a este espinoso asunto. Después de calificar la propuesta como “estrafalaria, cesarista y cacicada a lo talibán” ya barajan la hipótesis de recurrir al Tribunal Constitucional para que desestime el nuevo impuesto y podamos recuperar el tono vital juicioso que debe presidir la vida municipal de estas dos ciudades extremeñas.
Hoy, 28 de diciembre de 2001, a las 21,00 horas, está convocada por la Plataforma “Todos contra el euromancomunado” una manifestación frente al Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva con el fin de que sea retirado tan descabellado proyecto. Las personas que no puedan asistir pueden dirigirse por e-mail a la dirección mailto:spm@tuacceso.com para solidarizarse con la reivindicación vecinal”.

¡La que se armó! Mis amigos del Vegas Altas y La Serena estaban alarmados, al igual que funcionarios y políticos de los dos Ayuntamientos. Y es que, a tenor de las reacciones suscitadas por esta inocentada de lenguaje intencionadamente cursi, la publicidad acierta cuando adivina que algunos/as tienen cuerpo “danone” y alma de “cupón”. Una vez que se descubrió el juego periodístico hubo muchas sonrisas y algún amable tirón de orejas.

Sebastián de la Peña Martín.